Hace unos días, después de una semana rara, de altibajos y vomitera, de llorera y sonrisas por debajo la nariz, me levanté con la sonrisa puesta, porque tenía el deber de vivir y vivir por todo lo alto. Aprovechando cada minuto y dando las gracias por todo lo que tenía, que no es poco.
Repasando los blogs de cabecera, me encontré este bonito post de Ileana que copio aquí para tener a mano y releer siempre que lo necesite.
Porque en el fondo de eso se trata, de bailar con la música que nos ha tocado.
Ser madres con lo que tenemos
Con nuestros traumas.
Nuestras infancias heridas.
Nuestras miserias y nuestros miedos.
Con nuestras historias familiares de horror y misterio.
Nuestras rabias y nuestras fobias.
Nuestras imperfecciones.
Nuestros kilos de más.
Nuestros euros de menos.
Nuestros trabajos alimenticios, de supervivencia.
Nuestras mañanas desquiciadas.
Nuestros gritos y nuestras lágrimas.
Nuestras madres niñas. Nuestras suegras brujas.
Nuestras cicatrices.
Nuestras enfermedades.
Nuestros pueblos feos.
Nuestros vecinos ruidosos.
Nuestros políticos estúpidos, corruptos, repugnantes.
Nuestras escuelas decimonónicas, tristes, cuadriculadas.
Nuestros maridos currantes, intentando ser hombres, amantes, amables, y no morir en el intento.
Nuestros divorcios.
Nuestro estrés.
Nuestros años.
Nuestra soledad.
Nuestros partos robados, anestesiados, maltratados.
Nuestras lactancias agrietadas, dolorosas, imposibles.
Nuestra neurosis.
Con este mundo asfixiante que no está diseñado para tener hijos y no lo pone nada fácil, pero los niños son lo único que lo hace más habitable, más esperanzador.
Ser madres como podemos.
Ese es el mérito.
Han pasado un par de meses desde ese día y lo releo a menudo, para ver que no soy la única que intenta ser una buena madre, a pesar de todos los pesares. Y esta malamadre a la que le gustaría ser mejor, se va hoy de vacaciones. Unas vacaciones raras, partidas, para conciliar trabajo con horarios de niños. Pero que viviré intensamente en cada una de sus partes. Respirando hondo. Durmiendo sueño acumulado. Riendo. Paseando. Ganchilleando. Disfrutando.
Besos a tod@s.
Vuelvo en septiembre.